domingo, 11 de noviembre de 2012



¿A dónde Va Nuestra Basura?

Para resolver el problema de la basura, se necesita ir más allá de sólo ponerla en el bote. Hay que reducir su producción y confinarla bien, en sitios diseñados expresamente para evitar que dañe al medio ambiente.
Material adaptado del libro Ecología, "Salvemos el Planeta Tierra", escrito por el Dr. Mario Gutiérrez.
Consideramos basura todo aquello que ya no nos sirve. Cuando regresamos de compras, las bolsas y los empaques los tiramos a la basura, porque ya no nos sirven.También arrojamos al bote de basura la fruta que ya no podemos comer porque se echó a perder, el vidrio que se rompió y el trapo que ya no utilizamos.Acostumbramos tirar la basura en cualquier lugar, por eso son sucias nuestras comunidades y ciudades.Pero nos consideramos educados si tenemos la costumbre de depositar la basura en su lugar. Creemos que con esto ya hemos cumplido.Sin embargo, el problema de la basura no se resuelve con esto.Cuando la envolvemos en bolsas y la sacamos para que el servicio municipal la recoja, lo que estamos haciendo es "pasar el paquete" de la basura a la autoridad civil





Federico Soto Maidana


Concientización 


http://www.youtube.com/watch?v=6KL37qn-l6E










Agua, aire y tierra se contamina con los basurales a cielo abierto


En el país se producen más de 12.000.000 toneladas de basuras al año, de los

cuales el 49 % sigue terminando en basurales a cielo abierto que en general están al lado de un rio y cuando la corriente sube lleva los residuos a los municipios vecino, además los humos nocivos de la quema produce problemas de salida y destruye el paisaje.


El modelo de procesamiento de la basura de nuestro país, basado en el atraso y sumamente antiecológico sistema de vertedero a cielo abierto, está demandando en forma urgente un final del ciclo.


El crecimiento de la población y el surgimiento de nuevos modelos muchos más amigables con el medio ambiente, hace que se ponga en marcha en forma urgente nuevos paradigmas para un país que produce 1 kilo de basura por habitante.


Lucas Perez

TIPOS DE RECICLAJE

Reciclar es la aplicación de procesos sobre un material para que este pueda ser utilizado nuevamente. Esto permite disminuir la degradación del planeta así como también reducir el consumo de recursos naturales.


Algunos tipos de reciclaje son:


Reciclaje de plástico: el plástico tarda alrededor de 180 años en degradarse, es por esto que el reciclaje de este material es una buena opción. El proceso consiste en recolectarlos, limpiarlos, recortarlos y clasificarlos en distintas clases, de acuerdo a sus características. Una vez realizado esto, se lo funde para ser utilizado como materia prima alternativa para la producción de otros artículos.


Reciclaje de papel: por medio de este proceso se logra volver a utilizar el papel para producir con éste nuevos artículos. En el proceso de reciclado se puede utilizar papel molido, desechos previos a ser consumidos (que no aptos para el consumo) y los ya consumidos. Estos son sometidos a distintos procesos en una fábrica de papel y así se pueden usarse nuevamente. Es importante promoverlo ya que el 90% del papel es producido con madera, lo que causa grandes impactos en el medio ambiente debido a la tala de árboles.


Reciclaje de baterías y pilas: la presencia de estos artículos en el medio ambiente es muy negativa. Debido a que están conformados por metales pesados y compuestos químicos, causan una importante contaminación tanto en el agua como en el suelo. Es por esto que lo ideal es disminuir la presencia de pilas y baterías reciclándolas.


Reciclaje de aluminio: este proceso es muy sencillo, consiste en fundir al aluminio para volver a utilizarlo. Reciclarlo es más económico y además implica menor uso de energía que la propia producción de aluminio, que requiere electrólisis de alúmina. El reciclado representa un 5% tanto del gasto de energía como de producción de CO2 para la producción de nuevo aluminio, de allí sus ventajas.


Reciclaje de vidrio: este material, a diferencia de otros, puede ser reciclado ilimitada cantidad de veces. Cuando el vidrio es sometido al proceso de reciclado se ahorra un 30% de energía en relación a la producción de vidrio nuevo y además, este no pierde sus propiedades.


Fuentes http://www.tiposde.org/cotidianos/490-tipos-de-reciclaje/


Federico Soto Maidana

sábado, 10 de noviembre de 2012

¿Qué hacemos con la basura?





Un buen manejo de los residuos ayuda a combatir enfermedades como la tifoidea, la diarrea, la salmonelosis, la rabia y el dengue
Todos sabemos que la basura es nociva para la salud y el medio ambiente. Pero, ¿podemos medir su impacto con exactitud?
Para los investigadores de las enfermedades transmitidas por el agua o por el aire resulta relativamente sencillo conocer cuántos metros cúbicos de aire respira una persona, cúantos litros de agua bebe por día y cúal es el límite aceptable de un contaminante para el ser humano.
En materia de desechos sólidos, en cambio, es más complicado establecer la relación directa con la salud, pues nadie come una cantidad específica de basura al día ni está en contacto con ella si no es por razones de trabajo, como los segregadores de desechos.
Se pueden, de todas maneras, identificar algunos daños indirectos: sobre todo la contaminación de acuíferos subterráneos y superficiales, y la reproducción de vectores (rata, mosca, cucaracha) que transmiten enfermedades como la tifoidea, la diarrea, salmonelosis, peste, rabia y dengue.

Se estima que cada habitante de América Latina y El Caribe produce entre 0.5 y un kilogramo de basura por día. O sea que una familia de cinco personas genera en un mes de 80 a 100 kilogramos de desperdicios.

El manejo adecuado de los desperdicios en la región constituye, por ello, uno de los grandes desafíos de la salud pública. Y pese a que en los últimos años se registraron cambios sustanciales hacia una solución a mediano plazo, hay mucho camino por recorrer.
40 dólares la tonelada
En casi todos los países existen ejemplos aislados de una labor buena o aceptable en el tratamiento de la basura, sobre todo en las urbes. Sin embargo, el panorama integral es menos alentador por las grandes deficiencias en las ciudades del interior y aun en capitales, especialmente en Centroamérica.
Los mejores ejemplos están en Chile y Cuba, que presentan coberturas nacionales de recolección y disposición final de las basuras superiores al 95 y 75 por ciento, respectivamente. En el resto de la región, estos niveles son de 50 a 70 por ciento, para la recolección, y de menos de 30 por ciento, para disposición final.
El método de disposición final más usado en la región es el relleno sanitario, cuyo costo varía de 3 a 10 dólares por tonelada.
Durante los años 70 y 80, se instalaron en la región 30 plantas de reciclaje-composta, que procesaban más de 100 toneladas diarias y producían un mejorador de suelos, pero ahora sólo quedan cinco de aquellas instalaciones.
En tanto, la incineración moderna no se usa en la región por sus altos costos (60 a 100 dólares la tonelada) y sólo se utiliza para la inactivación de la fracción peligrosa de los residuos producidos en los hospitales.
Los costos de los servicios por barrido, recolección y transporte varían de 15 a 40 dólares por tonelada y los de relleno o enterramiento sanitario de 3 a 10 dólares.
De otro lado, el reciclaje informal es alto en la región y está concentrado en oficinas, bancos, centros comerciales, escuelas, universidades y fábricas.
Existen iniciativas en materia de reciclaje en México y Colombia promovidas por el sector privado de las industrias del papel, el hierro, trapo y vidrio.
Este tipo de reciclaje se realiza en la fuente antes de que los desperdicios se mezclen con otros. Además de ser rentable, está dentro del marco del desarrollo sustentable.
Pero el reciclaje informal -que tradicionalmente se ha practicado en los basureros- tiene aspectos muy negativos porque impide la operación de enterramiento sanitario y causa problemas de salud, sobre todo para los segregadores de desechos.
En algunos países se han impulsado programas de recolección selectiva de basuras en el hogar para separarlas en reciclables y no reciclables. Pero estos programas requieren un buen diseño y una participación muy activa de la sociedad porque de lo contrario resultan muy caros: los costos de recolección de una tonelada superan los 150 dólares, mientras su valor de venta es tres veces menor.
En la región, hay al menos 250 mil trabajadores formales y 100 mil informales que viven de los reciclables que extraen de la basura.
La transformación de los basureros a cielo abierto en rellenos sanitarios deja gradualmente a estos trabajadores sin empleo, por lo cual urgen programas para insertarlos en el sector productivo.
Mientras los países desarrollados se concentran en el reciclaje y la minimización de residuos, en América Latina y El Caribe aún debemos resolver muchos aspectos de la recolección y disposición final.
Pero, pese a los obstáculos, se puede afirmar que la región sí avanza por la senda de la Agenda 21 de la Cumbre de Río, que insta a lograr un manejo integral de los residuos sólidos, clave para mejorar la salud humana.

Fuente: http://tierramerica.org/ Por Francisco  Zepeda

Fernando Ortigoza

América Latina: el potencial económico escondido en la basur


La industria de la reutilización de los residuos presenta un escaso desarrollo en Latinoamérica, ya sea por la falta de plantas recicladoras, como por el nivel de contaminación de los desechos. Solamente se aprovecha el 10% del oro, plata y cobre de la basura electrónica que se descarta, lo que significa una pérdida económica enorme para la región.

América Latina: el potencial económico escondido en la basura

Basurero de Brasil. AFP
El proceso de reciclaje de desechos sólidos en Latinoamérica se realiza de manera informal por la escasez de recursos que se destinan a tal fin. En general, son muy pocos los países de la región que cuentan con un programa federal de reciclaje, cayendo la responsabilidad en los municipios, muchos de los cuales deben enfrentar otras prioridades.

Las cadenas para el manejo de la basura se ven interrumpidas por la intermitente comunicación entre empresas y gobiernos y además por la falta de uso de tecnologías limpias tanto para la fabricación de productos, como para su reaprovechamiento.


El origen del reciclaje no comienza en el consumidor, tal como sucede en varios países europeos, ya que no está incentivado el hábito de separar los distintos elementos antes de desecharlos, lo que produce un elevado costo para las empresas que se dedican exclusivamente a reciclar y además desincentiva la actividad.


BASURA ELECTRÓNICA: UN NEGOCIO PERDIDO


Dentro de los residuos sólidos se encuentran los desechos electrónicos de teléfonos celulares, baterías, computadoras y todo tipo de aparatos que contienen oro, plata, cobre y otros minerales, que se tiran literalmente sin ningún tratamiento.


Sumando la cantidad de minerales, si se pudiesen volver a aprovechar estas sustancias, tendrían un alto valor en el mercado y además desalentaría la minería contaminante.


De acuerdo con información que el grupo ecologista Greenpeace le brindó a la BBC, en 2011 en Argentina se desecharon 10 millones de teléfonos móviles, que contienen 12,5 millones de dólares en oro, 1,8 millones en plata y 664.000 en cobre.


En América Latina, se tiran anualmente unos 3 kilogramos de basura electrónica, de acuerdo con la Plataforma Regional de Residuos Electrónicos en Latinoamérica y el Caribe (Relac). Aunque esas cifras son de 2010, por lo que Greenpeace conjetura que esa cantidad podría haberse duplicado.


Las empresas que se dedican a reciclar –en Argentina operan cinco- y grupos defensores del medioambiente presionan para que se aplique una ley de reutilización de aparatos electrónicos, ya que si las firmas recicladoras deben recoger los productos, se pierde la ganancia.


Por eso, para que la industria del reciclaje funcione formalmente, los fabricantes deberían ser los encargados de retirar los productos una vez que finaliza su vida útil. Pero, esto encarecería el valor de los objetos electrónicos.


Aunque en Estados Unidos la ley obliga al productor a hacerse cargo de la mercancía caduca.


En 2010, el proyecto de “Ley de Basura Electrónica” recibió media sanción en el Senado  Argentino, pero las organizaciones ecologistas advirtieron que si Diputados no trata este año esa ley, la aprobación de la Cámara Alta prescribirá.


Actualmente, sólo  Costa Rica y Colombia aprobaron decretos que regulan el destino de los residuos electrónicos.


Según Greenpeace, hasta el 90% de un producto electrónico se puede reutilizar, pero en Latinoamérica sólo se recicla un 10% de los desechos.


TRATAMIENTO DE LOS RESIDUOS


Sin dudas, Colombia es el país que más ha invertido en programas de reciclaje. La Fundación Social (FS) es una organización que trabaja a favor de los recicladores informales, que suelen ser identificados de manera prejuiciosa como mendigos o delincuentes.


En Bogotá, los ocho millones de habitantes generan 6 mil 700 toneladas de basura diarias Existen unos 18 mil 500 trabajadores que llegan a reciclar el 25% de los desechos.


Por su lado, Brasil creó por lo menos 12 programas relevantes de separación de materiales en las ciudades de Curitiba, San Pablo, Porto Alegre, Santos, Sao José dos Campos y San Sebastiáo.


Curitiba es considerada la capital ecológica de Brasil y la tercera ciudad más limpia del mundo, de acuerdo con ambientalistas. Allí se desarrolla un plan de urbanismo ecológico con altos niveles de reciclaje.


En México, pese a que no exista un programa de reciclaje formal, la Sociedad Cooperativa de Seleccionadores de Materiales (Socosema), que trabaja en Ciudad Juárez, ha logrado reutilizar las enormes cantidades de residuos que se almacenan en los basurales.


Sin embargo, los rellenos sanitarios están sujetos al clientelismo político y acceder a ellos constituye una verdadera batalla entre pobres.


Si América Latina afrontara con mayor énfasis el tratamiento de la basura, sobre todo la electrónica, contribuiría a limpiar el medioambiente y a evitar que los recicladores informales se enfermen por el manejo de sustancias tóxicas.


Además, se impediría que la minería, principalmente a cielo abierto dejara secuelas imborrables en los sistemas ecológicos de la región, ya que en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú existen fuertes protestas ante las compañías que desarrollan esta industria y que de acuerdo con los ambientalistas lo hacen de manera irresponsable.


Fernando Ortigoza

BARRANQUERAS, CHACO CONVIVE ENTRE BASURA

Cada día que pasa en la ciudad portuaria los basurales continúan creciendo exponencialmente, provocando con esto consecuencias que los mismos ciudadanos están cansados de repetir. “La municipalidad puede tapar los problemas con tierra pero tarde o temprano la basura se hace visible”, resalto una vecina del barrio Villa Rossi donde se produce una de las mayores acumulaciones.
Hace más de 20 años, los basurales fueron un problema enorme en la ciudad de Barranqueras. No solamente por el crecimiento descontrolado que se da en los terrenos baldíos o laguna también por la quema de estos residuos, provocando así enfermedades de complicaciones respiratorias y muchas molestias para los vecinos de la zona. Muchos ciudadanos se hicieron escuchar porque la municipalidad nunca pudo encontrar soluciones que ayudaran a los barrios con estos problemas. La señora María Gisela Centurión vecina y militante de la zona expreso: “Estoy cansada que la municipalidad busque votos con limpiezas provisorias que no ayudan en nada. Ellos tendrían que buscar soluciones aplicables que nos ayuden a los vecinos a poder vivir con tranquilidad y no tener que estar preocupándonos de la salud de nuestros familiares”.   
Los vecinos hace mas de 8 años vienen presentando cartas y reclamos a la municipalidad, pero solo reciben una solución temporaria, remover los residuos que son más notables en la zona, cargarlos en camiones y el sobrante taparlo con tierra. Obviamente los resultados son notables al poco tiempo, cuando una simple lluvia cae y remueve la tierra, provocando así una mezcla de barro y basura que dificulta el transito tanto vehicular como de personas.

Soluciones provisorias
Entre los tantos envíos de cartas y quejas a la municipalidad de Barranqueras, se coordino una serie de soluciones que parecían ver sus frutos. El municipio compro 3 camiones donde, junto con la ayuda de maquinas recolectoras, sacaron toda clase de basura de sitios baldíos o lagunas. La solución se vio a los pocos días implementados el plan de recolección pero no se tardo mucho a que se vuelva a llenar de residuos el lugar. Muchas veces los mismos vecinos se quejaban de que los mismos camiones recolectores, pasado un tiempo, volvían a tirar los desechos en el mismo lugar con la escusa que era solo por un día.
Luego de un tiempo los vecinos se volvieron nuevamente contra el municipio para reclamar las supuestas soluciones. La señora María Gisela Centurión, representante de los vecinos, se acerco a la municipalidad para que escucharan los reclamos que seguían sin tener una solución y lo único que logro fue que los camiones taparan con tierra los desechos.
“la municipalidad lo único que hace es ignorar nuestras cartas, nuestros reclamos. Muchos de los vecinos ya no sabemos más que hacer para que se solucione este problema de una buena vez”, señalo la señora que representa a los vecinos, cuando se le hizo la entrevista en una de las juntas vecinales que se realizo para ver soluciones que se podían lograr.
Una de las últimas soluciones que se les dio a los vecinos fue instalar una seria de contenedores donde todos los días un camión levantaría estos desechos. Según la municipalidad de Barranqueras la comunidad también tiene que colaborar con la recolección diaria de los desechos. Pero la recolección no queda solamente ahí, una investigación del comité vecinal logro darse cuenta que, muchos de los recolectores, no llevaban la basura de los contenedores sino que los quemaban para sacarse de encima un problema más. Esto por supuesto trajo consecuencias muy graves para la comunidad al pasar de los días. El señor Luis Antonio Benítez, de 78 años, tuvo que ser internado de urgencia por afecciones respiratorias debido al humo toxico que despedían los contenedores.
La limpieza nos compete a todos
Luego de una exploración a fondo sobre los distintos lugares de acumulación de basura, muchos de los vecinos pudieron darse cuenta que no solamente los trabajadores de la municipalidad tiraban o quemaban los desechos en estos contenedores, gran parte también son vecinos de otros barrios, que al no tener un servicio de recolección adecuado, se ven obligados a tirar sus desechos en lugares descampados o baldíos.

La junta vecinal, en su próxima carta de reclamos, presentara una serie de propuestas para que este problema que nos incluye a todos pueda solucionarse de una vez por toda. Entre estas se encuentra la de realizar un plan de concientización ciudadana, para que con el tiempo todos los vecinos puedan colaborar y así hacer más fácil una tarea que nos involucra a todos. También entre las propuestas se encuentra la de cercar los lugares baldíos o lagunas, para evitar con esto que se sigan acumulando basura. “Entre todos podemos lograr el cambio” este es una de los lemas que tiene la junta vecinal como inspiración para los demás vecinos de Barranqueras.

Lucas Perez

 

La educación ambiental, la educación informal
y la concientización urbana


Si la cultura de masas (como parte de una característica de una sociedad), es hoy irreprochable como dato de la realidad, ello no implica que este presente deba ser respetable e inflexible, apoyándonos siempre en que..."somos así".


Como dato de realidad, el empobrecimiento moral de nuestra cultura es muy evidente, apreciable especialmente en este desplazamiento de la responsabilidad de educar, al que ocupan como alternativa los medios de comunicación masiva en todas sus expresiones.


Educar, concientizar y capacitar a toda una sociedad (en educación formal e informal) no significa solamente transmitir un conocimiento especializado, sino apuntar a hacerle entender a la gente que nuestros actos, forman parte de nuestra cultura, que nuestra educación, se ve en nuestras acciones cotidianas, que concientizar, es actualizar conceptos para ser mejores como individuos, como sociedad, como país, y la responsabilidad no es solamente del estado, ya que hay muchísimas actitudes que dependen de uno mismo.


Se debe construir con modelos desde el hogar primero, y desde la escuela después, sin postergar el marco de compromiso que debe dar el estado al respecto.

Concientizar

Un programa de concientización ambiental comunitaria, debe responder a mejorar la calidad de vida de todos, y el único estimulo válido es: él haberlo logrado.


Se deben hacer propias las acciones demandadas, ya que se deben revertir numerosas conductas que hacen a una acción en cadena, …pero de los malos ejemplos.

Concientizar es corregir los malos hábitos, es modificarlos sin importar si nadie lo hace, es ser conscientes y solidarios de ello, sin tener que estar perjudicados directamente, es prevenir las probables riesgos que dependen de nosotros, es convivir con igualdad de derechos en una comunidad urbana.

Se debe concientizar a todos por igual, ya que este problema es transversal e involucra a todas las estructuras sociales; las administraciones de gobierno, la salud, la cultura, la educación, la industria, el comercio y el turismo, la comunidad educativa, la tercera edad, las entidades deportivas, los vecinos, ya que la responsabilidad depende de todos, y no se debe dar por resuelto que haya sectores que estén exentos de este aprendizaje.

La participación comunitaria.

La gente espera soluciones, pero también debe saber, que ellos, son parte del problema...por lo tanto de ellos depende, parte de las soluciones....
El hacerse cargo, es una de ellas...quién empieza primero…?

Tomemos como ejemplo urbano, a los residuos. Basureros a cielo abierto colapsados, con enérgico rechazo por parte de la sociedad a los rellenos sanitarios (se han denunciado la existencia más de ciento cuarenta basurales en estos últimos años), o los recicladores informales (cartoneros) que, en el mejor de los casos, utilizan a la vía pública como planta separadora de residuos...

Es muy frecuente escuchar hablar sobre el rechazo que produce la implementación de un relleno sanitario que, como contrasentido, no pasa lo mismo con los basurales a cielo abierto, siendo éstos un foco de más de 40 enfermedades...Qué estamos dispuestos a hacer a cambio...?

Echar la culpa sin asumir nuestros propios compromisos son parte de una radiografía que nos pone en descubierto, y si no, veamos estos ejemplos:Si no se arrojan los residuos en la casa de uno,...por qué los arrojan en la vía pública...?
Nos es útil el dar nuestros residuos a los carritos para que éstos lo tiren en "nuevos basureros a cielo abierto" siendo nosotros totalmente conscientes de ello.

Justificamos a los recicladores informales a que hagan la tarea que no queremos hacer: la separación domiciliaria de los residuos que generamos, pero, sin dejar de quejarnos porque algunos de éstos, utilicen la calle como planta de separadora de residuos.
La higiene en nuestro accionar urbano, va mucho más allá de un segmento social, se mire por donde se lo mire, corresponde señalar que no excuso de culpa a quien le sobran motivos para ser responsable del daño causado, pero entiendo que "todos" fuimos cómplices de este deterioro.
Debemos apuntar a ser una sociedad que esté mucho mas disciplinada, que respete el derecho del prójimo (la cola de los colectivos, velocidades máximas, dar asiento a quien lo necesita, etc.) y no estar entrenados para calificar las acciones ajenas o envidiar la de otros países...hasta cuándo vamos a seguir con este absurdo...?
Detengámonos en uno de ellos. A mi entender, uno de las grandes dificultades que encierra todo esto, es el problema social.
La falta de contención en el hogar (en las actividades diarias, en la falta de límites a los hijos, y a los límites personales), el justificar actitudes siempre... excusándose en procederes ajenos, haciendo que éstas actitudes se parezcan más a una pandemia de los malos hábitos, que a una actitud civilizada.

El compromiso por cambiar los hábitos debería ser un acto establecido en cada familia, y si no se revierte, (apoyándose en un programa de educación informal de concientización urbana, que apunte al mejoramiento de las relaciones comunitarias) serán cambios muy difíciles de sostener, por más programa de educación ambiental o ley que la respalde.
Para terminar y exponerlo de otro modo, los comportamientos comunitarios en otras sociedades, cuentan hoy con nuevos escenarios a los actuales.
Habrá que preguntarse por la orientación de cada actor social (llámese gobierno, industrias, sociedades) que no quiera entenderlo y seguir con este absurdo, ....entonces habrá que preguntarse por la orientación que se quiere impartir, y por la índole de quienes la imparten..... sin demagogia, claro.


Por Carlos Micilio 
http://carlosmicilioeducacionambiental.blogspot.com.ar/2009/09/educacion-ambiental-y-concientizacion.html
Federico Matias Soto





Maidana Mariano Luis

viernes, 9 de noviembre de 2012

Gran crecimiento de basurales en Resistencia

Casi 800 actas de infracción en lo que va del año, quintuplican las realizadas en igual período del 2011.
El titular de la Secretaría de Gobierno, Leandro Zdero, reflejó la inquietud oficial afirmando que “desde enero intensificamos las acciones de control y sanción, y pese a existir un sistema tradicional de recolección de los residuos domiciliarios, y uno alternativo para desechos no tradicionales que es totalmente gratuito, denominado 0-800 Aída Responde, los vecinos continúan arrojando residuos, escombros y restos de podas en espacios verdes y canteros centrales de avenidas”.
El funcionario recordó que la Ordenanza 9711 en su artículo 41 establece fuertes multas para los infractores, que llegan casi a los 2.000 pesos, pero “sin embargo reinciden en una actitud que daña a los habitantes y a la salud de la población”.
Desde el municipio se reiteró que la basura debe colocarse en los contenedores domiciliarios una hora antes del paso de los camiones recolectores, según la zona, y en casos especiales pueden recurrir al sistema alternativo, llamando al 0-800-5555 055, que es una línea y servicio gratuitos.
No hay que ensuciar
“Tenemos como Municipio la responsabilidad de limpiar pero el total de los ciudadanos debemos asumir el compromiso de no ensuciar. Hablamos con los vecinos en los barrios, pero quién no sabe a estas alturas que no tiene que arrojar basura al cantero central” expresó Zdero, quien se mostró sorprendido de que a pesar de la amplia comunicación sobre cuestiones básicas como depositar la basura una hora antes y de dar a conocer permanentemente la disposición del servicio gratuito de recolección Aida Responde.
Los sectores más perjudicados
Desde la Secretaría de Gobierno se especificó que la mayor cantidad de residuos depositados en la vía pública se encuentra en los canteros centrales de las avenidas, como por ejemplo, Laprida, Lavalle, Ávalos y Belgrano, que son arterias donde la gente permanentemente arroja sus restos.
“No solo tenemos a los carros que arrojan la basura en estos espacios, sino que también tenemos imágenes de los mismos vecinos sobre los canteros donde dejan restos de poda y hasta bolsitas de residuos. Con ese amparo visual, vamos con las multas y con los objetos que recabamos”, destacó Zdero conforme a la férrea defensa de los programas “Resistencia Saludable” y “Alerta Resistencia” que conforman el Plan Resistencia 2020.
A modo de ejemplo, especificó que en los últimos días se sancionó a los habitantes de direcciones como la avenida San Martín al 300, al 750 y al 880 aproximadamente; a vecinos de Belgrano y Julio A. Roca; también en Belgrano al 300 y otro por Wilde casi al 500. “Son gente que vive en el centro, donde el servicio es de seis veces a la semana”, aclaró.
Varios reincidentes
Con respecto a los ciudadanos reincidentes, son numerosos los casos en los que los argumentos utilizados para excusarse de estas contravenciones se basan en simples costumbres.
“Parecería que se quiere sacar la basura de nuestra casa y perjudicar al vecino y, al final, los que más sufren son los que viven en proximidades a las esquinas de las avenidas. Además, están los casos en que la gente paga por un servicio informal a carreros para que terminen arrojando los restos a pocas cuadras”, ejemplificó Zdero aludiendo a la falta de respeto de algunas personas hacia su propia ciudad ya que se trata de espacios públicos que son patrimonio de todos.
“Hay muchos reincidentes que arrojan escombros, tierra, productos orgánicos que generan focos infecciosos donde radican enfermedades perjudiciales para toda la población. Si no tomamos conciencia de esto, difícilmente se pueda hacer frente a este problema”, subrayó Zdero.

“No hay más excusas”
Vale recordar que además del trabajo diario que llevan a cabo los camiones recolectores, la Municipalidad ofrece desde hace dos años el servicio telefónico gratuito 0-800 Aída Responde, que se encarga de residuos no tradicionales como, por ejemplo, animales muertos, trastos viejos y escombros.
“No hay más excusas y las multas se han incrementado en número porque tratamos de que estas sanciones sean ejemplificadoras para que entiendan que esono se debe hacer. Por ello pedimos constantemente a los vecinos que colaboren para lograr el objetivo de una ciudad más limpia, no ensuciándola” concluyó el funcionario municipal.
Federico Matias Soto

Cómo reciclar la basura


El reciclaje de basura en Argentina se hace, y mueve mucha plata, por ello, como muchas 
otras cosas, se hace de forma clandestina. ¿cómo se hace? Por medio de los cartoneros,
quienes separan la basura artesanalmente mientras esquivan autos, y dejan atrás basura
afuera de las bolsas, ya que muchas veces las tienen que romper para abrirlas. Ellos venden
lo que es cartón, vidrio, plástico etc., a empresas que luego lo venden a más del doble del  
precio al que lo compraron, y estas se encargan de reciclarlo. El cartonero debería tener un 
trabajo en blanco más digno, con ropa y elementos de seguridad para su higiene. Mientras 
uno siga tirando toda la basura en una misma bolsa, va a seguir apoyando al gobierno en 
que hayan trabajadores en estas condiciones. 


Éste sería un cambio a adoptar, el de tener más de un recipiente de basura en casa. 

1 - En uno (o varios) podrían ir los papeles y cartones, los cuales pueden estar distribuidos 
en lugares de la casa, ya que no generan olor ni ensucian. Cuanto más a mano estén, 
menos incómodo será el cambio. 

2 - Otro recipiente puede ser usado para los vidrios: botellas no retornables, vasos y ventanas 
rotas, etc. Se pueden ir rompiendo adentro de un recipiente en un lugar que no moleste, y se 
saca cuando esté lleno. Cuando hay botellas en la calle, el vandalismo o un mero accidente 
deja vidrios rotos; quienes más sufren este hecho son los perros de la calle.

3 - Otro recipiente va destinado a todo lo biodegradable: restos de comida, pelos, cáscaras 
de frutos y embutidos, yerba mate usada, restos de comida, etc. En realidad no en un 
recipiente, ya que da mal olor y atrae bichos. Si uno tiene jardín, lo ideal es tirarlo a la tierra: 
en un cantero, atrás de las plantas, donde sea. Es lo mejor que se puede hacer, ya que tirarlo 
a la basura sería desperdiciar todos esos nutrientes para la tierra. Una buena opción sería la 
del biodigestor. Los metales (excepto el plomo) también hacen bien a la tierra y las plantas.  

4 - Los plásticos de botellas y envoltorios de alimentos también vale la pena separarlos, ya 
que es fácil de reusar. Se hacen nuevas botellas, entre otras cosas. El año pasado se  
fabricaron baldosas hechas de botellas fundidas, siendo un 70 % más resistentes y un 50 % 
más baratas que las convencionales. Es importante reusar este material, ya que es fabricado 
con petróleo, es de lo menos biodegradable que hay, y es un material que abunda en el 
mercado. 

5 - Otro sería el recipiente para sacar la basura diariamente. Aquí irían cosas con 
materiales mezclados, como una radio sin arreglo, plásticos si no se encuentra quién se los
lleve o un lugar para llevarlos, materiales que sean reciclables pero estén sucios con 
otras sustancias, pinturas, etc. 

6 - Un último recipiente sería usado para los envases tetra brick, que aunque asombre, 
son utilísimos para su reciclaje, ya que con ellos se pueden suplantar a las membranas 
asfálticas (las que impermeabilizan los techos que están hechas de alquitrán y petróleo). 
También se fabrica una especie de madera aglomerada muy resistente que es muy útil. 


Está claro que parece un cambio muy drástico para el que está acostumbrado a tener un 
solo recipiente, pero puede pasar mucho tiempo hasta llenar alguno, por ende se hace más
leve de lo que parece. De esta manera se reduciría muchísimo la cantidad de basura que se 
lleva a los basurales.


Javier Margosa.


Buscan erradicar basurales a cielo abierto en Capital

La existencia de basurales a cielo abierto es una problemática que desde hace años afecta a la ciudad de Corrientes.
 En razón de ello, en la última sesión del Concejo Deliberante - se realizó el pasado jueves -tomó estado parlamentario un proyecto que busca erradicar esos puntos de acumulación de residuos.
Uno de los objetivos de la iniciativa (presentada por el edil Gabriel Romero) es lograr un mejoramiento sustancial de la calidad de vida de todos los ciudadanos, en cuanto contribuye a la eliminación de focos infecciosos, disminuyendo la contaminación del medio ambiente.
Asimismo se intenta que el tratamiento de los residuos debe ser abordado desde la articulación de acciones concretas entre el Estado municipal, el sector privado y los propios vecinos.
En la parte Resolutiva del proyecto se remarcan que el Departamento Ejecutivo a través de las Delegaciones Municipales conformará un Registro de basurales crónicos y establecerá un orden de prioridades.

FUENTE: Diario Epoca


              Fernando Ortigoza

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Basura sin tratamiento ni control desborda a Resistencia, enferma a su población y contamina el medio ambiente

Aunque merece recurrentes promesas y declaraciones, el problema del tratamiento de los residuos sólidos de Resistencia y su área metropolitana parece desbordar la capacidad de respuesta de los gobiernos municipales y el provincial, en tanto sigue generando una dramática contaminación ambiental con fuerte impacto en la salud pública, especialmente de los barrios del sur de la capital chaqueña y de los más cercanos al único basural.

Es que las 300 toneladas de basura que diariamente ingresan al basural municipal de Resistencia y las muchas otras que se esparcen especialmente por toda la zona sur de la ciudad en los muchos basurales espontáneos que surgen ante la falta de servicio de recolección.

La actualidad del problema fue recientemente relevada en una investigación del programa Punto Salud, de Canal 9, que desnudó el impacto sanitario del problema, relevando el tratamiento en el basural municipal, la demanda de servicios de los habitantes de la zona sur y la situación de la salud de la población en base a datos del centro de Salud Pública de la zona.

El informe confirmó que las 9000 toneladas mensuales que recibe el basural, merecen un tratamiento tan básico como rudimentario, ineficiente y contaminante: la basura, simplemente se entierra en fosas que luego se taponan con parte de la misma tierra, contaminando napas freáticas, la misma tierra y el aire.

“El tratamiento que le damos es empujarla a la fosa y taparla con suelo, vamos distribuyendo el suelo y cuando se tapa la fosa, vamos a otra ya preparada”, señaló Rodolfo Gómez, responsable municipal del basural.

Se trata de pozos de 50 metros de lado con una profundidad de 5 a 6 metros, que demoran unos 30 días en rellenarse para ser cubiertas con una capa de 80 cm de suelo. Esta técnica dista mucho del relleno sanitario, que prevé el tratamiento previo del suelo, su cobertura con una malla aislante y un diseño que permite el tratamiento de líquidos y gases.

“Acá no se clasifica nada. Empujar la basura a la fosa es lo que hacemos con la basura”, sinceró el trabajador municipal luego de relatar el mecanismo del simple entierro.

Además del recurrente cuadro de personas hurgando entre los residuos por una miserable cadena de valor, animales muertos entre deshechos de todo tipo, se mezclan en el paisaje ruinoso y caótico que solo pueden conformar montañas de basura esparcidas por el suelo.

En el Informe de Punto Salud se subrayó que el incremento de la población metropolitana demanda un abordaje serio y urgente al tratamiento de los residuos sólidos. Se relevó también que a falta de soluciones mínimas, como la instalación de contenedores de residuos, grandes áreas de barrios y extensiones urbanas terminan convirtiéndose en basurales a cielo abierto, sobre todo en el sur de la ciudad.

Es el caso de amplios terrenos y franjas de tierra a lo largo del canal de avenida Soberanía nacional, donde proliferan los basurales espontáneos.

Este problema obliga a soluciones también espontáneas de los propios vecinos que terminan empeorando la situación general.

“En la acumulación que existe de basurales a cielo abierto, muchas veces los vecinos la única alternativa que tienen es la quema porque no hay forma. Se han hecho muchos pedidos, pero en este sector de la ciudad, del lado sur de Avenida Soberanía, no hay un solo contenedor. Desde calle Nicaragua, Quijano, Urquiza hasta ruta 11, hay 35.000 habitantes y no hay un solo contenedor de basura municipal. Esto nos está marcando que no hay un trabajo de protección del vecino del sector sur”, declaró en el informe televisivo Miguel Rolón, dirigente del Centro de Promoción y Participación Comunitaria Sur.



Salud comprometida


En el centro de salud de Villa Don Andrés, en el corazón de la zona sur de Resistencia, los profesionales se multiplican para atender innumerables consultas por patologías derivadas del mal tratamiento de la basura.

“Más del 80 % de las enfermedades que atendemos diariamente, son problemas de alteraciones en el medio ambiente: la basura, la falta de letrinas”, señala la titular del centro pediatra Sandra Liliana Gómez, para dar cuenta de que entre 60 y 90 pacientes diarios asisten.

La médica anotó que el principal tema que demanda atención en el centro, refiere a los problemas respiratorios derivados de la quema de basura, como Broncoespasmos, neumonía, y bronquitis, sino también dengue, piodermitis, sarna. “Son todas enfermedades trasmitidas por vectores que se encuentran en la basura. Las moscas, los mosquitos, ratas, animales que se alimentan de la basura como perros y gatos son los mancomunes. La forma de contacto puede ser directo con el basura o a través de los vectores”, explicó.

“Se ven también muchas patologías de cáncer y mioplacias, a través sobre todo de elementos como las pilas o las baterías que liberan plomo que atraviesa la tierra y contamina las napas de agua” agregó.

Entre otras patologías severas por impacto ambiental se relevan cólera, hepatitis vírica, leptopirosis, toxoplasmosis y tuberculosis, todas ya endémicas en la población de la zona sur y especialmente en la más cercana al Basural.



Javier Margosa.

Basurales A Cielo Abierto Definición


Los Basurales a Cielo Abierto
Los basurales a cielo abierto son un foco constante de contaminación y de  riesgo sanitario. Ayacucho, es una de las ciudades  que al igual que el 50 % de la población del resto de nuestro País que arroja sus residuos en estos lugares, directa o indirectamente, sin conocer la magnitud del daño que está generando.
Entre las principales causas de la existencia de estos basurales pueden consignarse: la ausencia de recolección de residuos en algunas zonas, muchas veces por la imposibilidad de acceso; la  descarga de basura sin control que realizan la mayoría de los municipios (justificándose principalmente razones económicas), y el vertido ilegal de ciertas empresas e industrias, principalmente para abaratar sus costos.
Un basural a cielo abierto es un lugar donde pueden encontrarse toda clase de residuos, inclusive peligrosos y patogénicos, que son arrojados sin ningún control ni tratamiento previo, con las consecuencias y riesgos que ello representa para la salud de la población, el cuidado del ambiente y la conservación del paisaje urbano.
Entre sus consecuencias pueden enumerarse: la contaminación del suelos, aire y agua (subterránea y superficial), la presencia de animales transmisores de enfermedades (roedores, insectos, microorganismos,  etc.) a lo que se suman los efectos adversos derivados de la quema incontrolada, deliberada o espontánea de la basura. A esto, en Ayacucho le tenemos que sumar que los basurales se encuentran (y se han encontrado) en los accesos a la ciudad, acentuando el impacto paisajístico negativo que representan los mismos. 
Los residuos que terminan en un basural carecen de  los controles y las condiciones de manejo que sí se brindan en los rellenos sanitarios (metodologías más “amigables” con el ambiente si se llevan a cabo con responsabilidad y control).
Por ejemplo, debido a la falta de impermeabilización del suelo en los basurales, los residuos orgánicos fermentables (como restos de alimentos, ramas, etc.) se los degrada y sus propios líquidos, o las aguas de lluvia que toman contacto con ellos, se infiltran en las napas de agua arrastrando los contaminantes que terminan impactando en este recurso natural y poniendo en riesgo la salud de las personas y del ambiente que lo rodea. En los rellenos sanitarios, en cambio, la acción de la descomposición y el posible contacto con aguas de lluvia son neutralizados mediante la construcción de sistemas de impermeabilización y confinamiento que  evitan el contacto de los residuos con el ambiente (suelo, agua y aire).
El basural es un problema que afecta a todos los vecinos; de allí que todos los actores que intervienen en la gestión de los residuos deban tomar conciencia y aportar desde su lugar. En consecuencia, no sólo es necesario que las empresas asuman la responsabilidad de canalizar sus residuos por los mecanismos legales, también los ciudadanos deben tomar conciencia de que este tipo de eliminación sólo acarrea problemas ambientales y sanitarios que perjudican tanto a las generaciones actuales como a las venideras.


Mariano Luis Maidana